Les voy a ser sincero, mi gente. Para darle la reseña a este juego, tenía que comparar el original con el Definitive Edition, la cual fue la razón que esta reseña se ha tomado su tiempo. Y esa es la forma que hay que hacerlo, porque Dragon Quest XI S: Echoes of an Elusive Age – Definitive Edition se merece esa oportunidad. Y las diferencias se pueden notar desde una milla de lejos. O en este caso, desde el menú.
Una de las adicciones que el juego tiene es la capacidad de jugar el juego en modo 2D, casi idéntico como Chrono Trigger en SNES. Este modo es tremendo para los jugadores hardcore de esa época, pero viene con limitaciones en escenas y varias mecánicas la cual hace este modo un poco difícil en ciertos momentos. Ademas, puedes cambiar el modo 2D a 3D en iglesias y save spots. Las texturas del juego se han definido un poco y le han añadido un poco de brillo y cambio en ciertos aspectos como rocas con visuales mas espinados que curvados, pero con un problema: este juego siendo un port de su versión en el Switch, muchas de las decisiones para que la consola pueda correr el juego (por ejemplo, bajar la resolución en las texturas) corren en esta versión. Por lo menos, aquellos que no han jugado la versión anterior podrán disfrutar este juego sin ver el downgrade (pero ya se los dije así de que vale eso ya, ¿no?).
En el modo 3D, las mecánicas no cambian mucho. Pero el juego tiene la adicción de un pueblo llamado Tickington, la cual añade mas tiempo al juego en contenido. El juego añade side-quests para los personajes para tener un sentido de desarrollo en ellos, la música es hecha en orquestada con la opción de usar la versión anterior, modo Photo para sentirse como un paparazzi, poder hacer crafting a los ítems sin tener que estar en el campamento… la lista es bastante larga. Una de mis cosas favoritas es la opción de hablar con Erik y te dirá cuantos tesoros quedan en el área, la cual ayuda a todos esos perfeccionistas en los RPGs.
Una de las cosas que si puedo decir es que en el modo 2D, encontrar enemigos es ambos tedioso e irritante. Un par de pasos en modo 2D y encuentras una batalla, cuando en modo 3D puedes elegir entre pelear o no porque puedes ver los enemigos en el mapa y tener la opción de acercarte o alejarte. Esto honestamente es irritante porque uno se siente que esta batallando mas de lo que esta progresando en el juego. Pero para cuando llegues a un boss fight, ya estarás bastante BUFF pero como quiera se siente como que progresas mas lento en el juego.
La pregunta que me imagino que te estas preguntando es: ¿vale la pena comprar esta versión? Voy a hablarles claro, directo y transparente: si eres fanático del juego o estas interesado en entrar a la serie ahora sin jugar la versión anterior, yo digo que métele la tarjeta o dinero en cash porque tendrás la experiencia original mas contenido extra sin sentirte que has gastado de más. Si has jugado el original y le has metido mas de 100 horas al juego y te ves cuestionando las decisiones de la vida, espera a que el juego este en un descuento bastante seguro para no sentir que gastaste mas de $60 por el mismo juego mas de una vez (me lo debería de decir con mucho de los juegos que compro).
En todo caso, con los cambios hechos para el juego, yo digo que Dragon Quest XI S: Echoes of an Elusive Age – Definitive Edition se llevaría un buen 8.5/10, con el original un 8/10. PERO, esto es con la mentalidad que pudo haber sido mejor si pudieran revertir muchas de las decisiones del port con el original para Xbox One, PC y PS4. Si hacen un update con esos cambios, el juego se lleva el 9/10.